Por supuesto, cuando son lo suficientemente grandes y claramente visibles, puede agarrarlos fácilmente con las manos y alejarlos del huerto. Pero, obviamente, lleva más tiempo y es posible que no quieras ensuciarte. En este caso, será mejor que optes por las siguientes soluciones:
1. Barreras
La idea ya sería poner barreras para evitar que se acerquen a tus plantas. Tenga en cuenta que estos moluscos odian el cobre: por lo tanto, tiene la posibilidad de rodear los cultivos con alambre de cobre para bloquear su camino. Pero también hay otros obstáculos interesantes, como cenizas esparcidas alrededor de las plantas, pedazos de cáscara de huevo, grava, arena, aserrín o incluso posos de café. Todos estos componentes tienen el arte de disuadir el avance de caracoles y babosas.
2. Jabón
Otra forma ecológica de controlar los caracoles es rociar jabón hecho con nueces de jabón. Ponga algunos alrededor de los cultivos y estos invasores abandonarán inmediatamente su huerto.
3. Cáscaras de naranja
Ah, sí, también puedes usar cáscaras de naranja para atraer babosas y caracoles. Espárzalos por la noche alrededor de las plantas (caras visibles) y por la mañana los encontrará por todas partes. ¡De manera que puedes deshacerte fácilmente de ello!
4. Ajo
El ajo es un excelente repelente: su olor ahuyentará a estas plagas, así como a otras plagas que intentarán acechar allí. Preparar una maceración con 4 dientes de ajo machacados por litro de agua hirviendo. Dejar actuar durante 12 horas, filtrar y diluir con 1 litro de agua. A partir de ahí, puedes rociar la solución sobre las plantas más vulnerables.
5. sal
¿Eres víctima de una invasión de caracoles en el jardín? Vamos, no busques demasiado, tu arma infalible está en la cocina: la sal. Pero, preferimos advertirle de inmediato, esta solución es bastante radical, para usarla con moderación. Porque el contacto con la sal priva al cuerpo del caracol de su capa protectora y comienza a secarse.
Instrucciones: preparar 30 g de sal de mesa con 1/2 litro de agua tibia. Mezcle bien la solución para disolver completamente la sal. Luego rocíe esta agua salada en el suelo, en los lugares más frecuentados por moluscos. Realice este tratamiento por la tarde o temprano en la mañana cuando estas plagas salen a alimentarse. ¡Asegúrese de que desaparecerán rápidamente de su jardín!
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Si planea verter sal directamente sobre las plagas que encuentre, hágalo solo como último recurso. De hecho, una solución salina al 60% puede matarlos instantáneamente. Del mismo modo, es probable que una concentración más baja resulte en una muerte más lenta pero dolorosa. Advertencia: este método también es riesgoso para el bienestar de tus plantas. Si el exceso de sal ingresa al suelo, algunas plantas pueden no tolerar la alta salinidad y pueden sufrir. ¡Así que ten mucho cuidado con el uso de la sal!
NOTA : no olvide estar atento a todos los elementos y materiales del entorno, donde estas plagas podrían refugiarse. ¡Al sacarlos de allí, quedarán expuestos y no tendrán dónde esconderse!
