Por qué no deberías barrer la casa por la noche

Barrer la casa parece una tarea simple, de esas que se hacen casi sin pensar. Sin embargo, en muchos hogares, especialmente en los pueblos o familias con raíces tradicionales, todavía se escucha la advertencia: “¡No barras de noche!”. Puede sonar como una superstición sin sentido, pero detrás de esa frase hay toda una mezcla de creencias, costumbres antiguas y hasta explicaciones prácticas que vale la pena conocer.

Este curioso consejo, transmitido de generación en generación, es más que una simple regla doméstica; encierra una manera de entender la energía del hogar, el orden, la economía e incluso el respeto por ciertos momentos del día. Y aunque para algunos parezca una costumbre pasada de moda, quienes han crecido escuchándola saben que tiene un peso simbólico muy fuerte.

Vamos a desglosar las razones más conocidas —y algunas bastante sorprendentes— por las cuales en muchas culturas se considera un error barrer de noche.

1. Una creencia ancestral sobre la buena fortuna
En muchos países de América Latina y Asia, se cree que barrer durante la noche “expulsa” la prosperidad del hogar. Según estas creencias, la escoba no solo recoge el polvo y la suciedad física, sino también la energía buena que se acumula en casa durante el día. Así que al barrer en horas nocturnas, estarías barriendo tu suerte, tu dinero o incluso las bendiciones que llegaron durante el día.

Por eso, las abuelas solían repetir con firmeza: “Si barres de noche, ahuyentas el dinero”. Y no era solo una frase simbólica: para ellas, el hogar era un espacio sagrado donde cada acto tenía una consecuencia energética. Barrer cuando cae el sol se consideraba como un gesto que podía romper ese equilibrio.

2. Una advertencia con sentido práctico
Más allá de lo espiritual, hay razones bastante lógicas detrás de este consejo. En tiempos antiguos, las casas se iluminaban con velas o lámparas de aceite, y barrer de noche podía resultar peligroso. Era muy fácil pasar por alto algún objeto pequeño o barrer algo de valor accidentalmente. Muchas familias contaban historias de monedas, anillos o pendientes que desaparecieron misteriosamente después de una limpieza nocturna.

Además, en los hogares rurales, barrer por la noche podía levantar polvo y atraer insectos, algo que nadie quería antes de dormir. Así, lo que empezó como una advertencia práctica terminó convirtiéndose en una tradición con tintes de superstición.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *