La semana pasada, un militar logró sorprender a su familia al presentarse en la graduación de su hijo en Oklahoma, después de haber estado fuera durante un largo despliegue con las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Este momento fue especialmente emotivo, ya que no solo se reencontró con su esposa y sus hijos, sino que también conoció por primera vez a su bebé de seis meses.
El reencuentro fue cuidadosamente planeado con la ayuda del suegro del militar y algunos trabajadores de la escuela. La familia, que esperaba reunirse con él a mediados de mayo, no tenía idea de que asistiría a la ceremonia escolar. Este encuentro inesperado dejó a todos los presentes conmovidos y arrancó aplausos de los asistentes.
Kelby Cook, un piloto de helicóptero Blackhawk de evacuación médica para la Guardia Nacional, había estado desplegado en el Medio Oriente durante el último año, cumpliendo con sus funciones militares. Su ausencia fue dura para su esposa, Lexi Cook, y sus hijos Kael y Krue, de siete y dos años respectivamente. Los tres esperaban con ansias su regreso a Washington, Oklahoma.
La llegada sorpresa fue orquestada meticulosamente. Al aterrizar en la ciudad, Kelby fue llevado a un hotel por su suegro, donde permaneció hasta el día siguiente, a solo 10 minutos de su familia. Durante ese tiempo, Kelby se disculpó con su hijo Kael, haciéndole creer que no podría asistir a su ceremonia de graduación.
