Ignorar una infección dental es un error que puede tener consecuencias serias. La infección puede extenderse al hueso, generar abscesos, comprometer otras piezas dentales e incluso afectar la salud general. En casos extremos, las bacterias pueden pasar al torrente sanguíneo y causar complicaciones mayores.
Por eso, ante cualquier dolor persistente o inflamación, lo mejor es acudir al odontólogo cuanto antes. Un diagnóstico a tiempo puede marcar la diferencia entre conservar el diente o perderlo.
Reflexión final
El tratamiento del conducto radicular no debe verse como una tortura, sino como una segunda oportunidad para tu diente. Es un procedimiento que combina precisión, conocimiento y tecnología para devolverle la salud a tu sonrisa. Así que si tu dentista te dice que necesitas una endodoncia, no lo veas como una mala noticia, sino como una inversión en tu bienestar.
El miedo al sillón dental es comprensible, pero hoy más que nunca, los tratamientos son más cómodos y eficientes. La clave está en acudir a un profesional calificado y seguir sus indicaciones. Tu boca —y tu salud en general— te lo agradecerán.